Esto es un grito a la alegría con todo mi aliento, con ansía de espanto, crece rápido, ayudas tanto, lento pasa mi tiempo cuando se oscurece mi rostro y el llanto de mi interior. Niño consentido que jamás vio el sol y ni se preocupó por ello.
Feliz con sus juguetes, sus imágenes y escenarios de cartón en los que preparaba emboscadas a un grupo de indios que les llamaba en conjunto por el color que reflejaban.
Las cosas eran ficticias, no existían, se imaginaban, dinosaurios que comían hombres que ya conocían la luz eléctrica, ya pasó a la historia aquello de hacer con dos piedras lumbre.
Si, un recuerdo encendido de forma ecléctica, cruzando espejismos de oasis por desiertos con mi fiel camello, el más rápido, con mi compañero de aventuras llegábamos a trote a todos esos puertos en sueños.
Y sin sueño jugaba, la luna tocaba y empujaba hasta que eclipsara tu sombra, y por ello mi malicia no se sonrojaba, se crecía por ser el malo del momento. Al siguiente día cambiábamos los papeles, yo el Peter Pan de los mares, que arrojaba piratas a las fauces de tiburones por rescatar a alguien.
Peculiar princesa que hacía más emocionante el momento llamando mi atención a gritos o con hipnotizantes canciones. Se sufre vértigo saltando a cinco mil metros y saber que vas a poder volar aún sin tener alas. Entro en cuevas y mansiones, escapar de impresionantes leones, era tan fácil ser ágil y ligero…
Luchador y asesino de miles, millones de muertos a mis espaldas, imaginación siempre estaré contigo, una mentira a lo grande, y en vez de ser fan de, tener los tuyos, pisar escenarios de todo el mundo y ser querido.
Permitirte el lujo de no firmar autógrafos, que luchen ellos por ti y no tú por seguir siendo el dueño, cantante multi-ventas, que casi siempre cantó rápidas, no lentas, esas solo cuando tienes mal día y proyectas con tu mente.
Se proyectaba tu imagen triunfante en cualquier gran vía de ciudades importantes, sin tener voz ni talante suficiente, aún teniendo todo eras bondadoso, nunca mataste por su piel a un oso, aunque es cierto que era rencoroso.
Era un niño deseando ser mayor, ahora soy un mayor deseando volver a ser crío y para ello no existen varitas mágicas ni lámparas de tres deseos, es una lástima tener que pensar que tu vida mengua cuanto más pelo te sale, aunque no en la cabeza.
Con certeza y escondidos entre la maleza con tu vista de rayos x encontraba a cualquier alimaña, eso si que era agudeza visual. La imaginación con el paso del tiempo se convierte en ritual y pierde destreza y firmeza, como tu piel, pero que en mi caso me da igual, total, libertad que juegue su papel y ensanche ya sea mi culo o mi espalda.
Maldad te salió ml la jugada, esto no es un adiós, ni una historia acabada. Un recuerdo agrupando muchos, soy del ochenta y uno y a punto de cumplir los veintiséis digo que solo perderé estos recuerdos ante una cosa, que no la escribiré por respeto a mi persona, se me encoge el corazón al pensarlo, pero debo hacerlo y ante ello solo tengo una solución, que venga un ángel y me diga, toma, te doy a elegir, que prefieres, muerte o…coma.
(13/08/2007)
GrAfF.
0 comentarios